¿Qué significa una tarjeta amarilla en el fútbol?

En el mundo del fútbol, ​​la tarjeta amarilla es algo familiar, pero ¿qué significa exactamente?  Este artículo explorará el significado, las implicaciones y las consecuencias de una tarjeta amarilla en el hermoso juego del fútbol.

El significado de una tarjeta amarilla

Una tarjeta amarilla en el fútbol es una amonestación emitida por el árbitro a un jugador por incumplimiento de las reglas del juego. Sirve como advertencia en caso de comportamiento antideportivo, juego peligroso u otras infracciones. El concepto de tarjeta amarilla, junto con su contraparte la tarjeta roja, fue introducido por la FIFA en 1970 para mejorar la comprensión de las acciones disciplinarias tanto para los jugadores como para los espectadores.

La historia de la tarjeta amarilla en el fútbol

La tarjeta amarilla, hoy un aspecto fundamental del sistema disciplinario del fútbol, tiene una historia intrigante que se remonta a la Copa Mundial de la FIFA de 1966 en Inglaterra.  Durante este torneo, las barreras del idioma provocaron confusión y falta de comunicación entre árbitros y jugadores, Destacó especialmente en el partido de cuartos de final entre Inglaterra y Argentina.  Este El incidente subrayó la necesidad de un sistema universal y no verbal para amonestar a los jugadores.  La solución vino de Ken Aston, ex árbitro y presidente del Comité de Arbitraje de la FIFA. Inspirándose en los semáforos, Aston introdujo la tarjeta amarilla como señal de advertencia y la tarjeta roja para las expulsiones.  Estas tarjetas se adoptaron oficialmente en la Copa Mundial de 1970 en México y proporcionaron indicaciones claras y universales para jugadores, árbitros y espectadores. La implementación de la tarjeta amarilla marcó una evolución significativa en el deporte, mejorando la claridad y equidad de las decisiones de los árbitros en el escenario global.

Razones para recibir una tarjeta amarilla

Los jugadores pueden ser amonestados con una tarjeta amarilla por varias infracciones, que incluyen, entre otras, las siguientes:

Comportamiento antideportivo:  Esta amplia categoría abarca varias acciones que van en contra del espíritu de juego limpio. Los ejemplos clave incluyen:

  • Discutir con el árbitro o mostrar desacuerdo con palabra o acción.
  • Lanzarse o simular para engañar al árbitro con el fin de obtener una ventaja injusta.
  • Pérdida de tiempo, como retrasar deliberadamente la reanudación del juego.
  • Celebración excesiva, particularmente acciones provocativas o antideportivas hacia los oponentes o fanáticos.


Faltas y mala conducta:  Esto se refiere a infracciones de las reglas de juego físico del juego.

Cometer una falta que se considera imprudente (sin tener en cuenta la seguridad del oponente) a menudo merece una tarjeta amarilla.
Usar fuerza excesiva en un desafío, lo que se considera que excede el uso de fuerza necesario y pone en peligro la seguridad de un oponente.

Infracción persistente:  Un jugador que comete faltas repetidamente, incluso si son menores, puede ser amonestado por infracción persistente. Esto es para evitar que los jugadores rompan continuamente las reglas e interrumpan el flujo del juego.

Comportamientos prohibidos:  Hay otras acciones específicas que también conllevan tarjeta amarilla, como por ejemplo:

  • Quitarse la camiseta durante la celebración de un gol o cubrirse la cabeza con la camiseta.
  • Entrar o reingresar al terreno de juego sin permiso del árbitro.
  • Abandonar deliberadamente el terreno de juego sin autorización del árbitro.
  • Faltas tácticas: Cometer una falta para interrumpir un ataque prometedor del equipo contrario, a menudo denominada "falta profesional", puede resultar en una tarjeta amarilla. Estas faltas se consideran tácticas más que imprudentes o peligrosas.


Violaciones de Equipo o Uniforme:  Infracciones como jugar sin espinilleras, tener uniformes inadecuados o no cumplir con las normas de equipamiento pueden llevar a que un jugador reciba una tarjeta amarilla.

Consecuencias de una tarjeta amarilla

La emisión de una tarjeta amarilla sirve como amonestación formal para el jugador. Actúa como una advertencia de que una mayor mala conducta o infracción de las reglas puede resultar en sanciones más severas, como una segunda tarjeta amarilla que lleva a una tarjeta roja y la expulsión del juego. Además, las tarjetas amarillas acumuladas durante una serie de partidos pueden dar lugar a suspensiones en muchas ligas y torneos, lo que afecta la capacidad de un jugador para participar en juegos futuros.

Las implicaciones de recibir una tarjeta amarilla

La emisión de una tarjeta amarilla en el fútbol tiene implicaciones importantes para el jugador, su equipo y la dinámica general del juego:

Advertencia:  El efecto más inmediato de una tarjeta amarilla es una advertencia. Sirve como un mensaje claro del árbitro al jugador para que modifique su comportamiento y respete las reglas del juego. Esta medida de precaución tiene como objetivo disuadir a los jugadores de cometer más infracciones que podrían afectar negativamente al partido o a su equipo.

Registro de mala conducta:  Una tarjeta amarilla no es sólo una acción momentánea; queda registrado oficialmente y pasa a formar parte del historial disciplinario del jugador. Este registro es crucial ya que rastrea la conducta del jugador a lo largo del partido y, en algunas competiciones, a lo largo de un torneo o liga. Este historial continuo puede tener implicaciones para partidos futuros, influyendo en las decisiones de los árbitros y la reputación de los jugadores.

Riesgo de Suspensión:

Impacto inmediato:  Si un jugador acumula dos tarjetas amarillas en un solo juego, se le recibirá una tarjeta roja automática. Esto lleva a la expulsión inmediata del jugador del juego actual, dejando a su equipo con escasez de personal.
Consecuencias a largo plazo:  En muchas ligas y torneos, acumular múltiples tarjetas amarillas durante una serie de juegos puede dar lugar a una suspensión. El umbral de suspensión varía según las reglas de la competición específica, pero generalmente significa que el jugador no es elegible para jugar en uno o más partidos posteriores.


Impacto en el juego


El impacto de una tarjeta amarilla se extiende más allá del jugador individual:

Influencia en el estilo del jugador:  Después de recibir una tarjeta amarilla, un jugador a menudo se ve obligado a adoptar un enfoque más cauteloso en su juego para evitar una segunda tarjeta amarilla. Esto puede afectar su agresividad, su voluntad de afrontar desafíos y su contribución general a la estrategia del equipo.

Tácticas y moral del equipo:  Una tarjeta amarilla también puede tener un impacto psicológico y táctico en el equipo. Es posible que los entrenadores necesiten ajustar las tácticas para mitigar el riesgo de jugar con un jugador amonestado o para compensar un cambio en el enfoque del jugador. La moral del equipo también puede verse afectada, ya que los jugadores se vuelven más cautelosos a la hora de participar en un juego intenso, lo que podría cambiar el impulso del juego.

Estrategia del oponente:  El rival también puede modificar su estrategia en respuesta a una tarjeta amarilla. Sabiendo que un jugador está amonestado, podrían apuntar a este jugador, intentar explotar su enfoque restringido o provocar otra falta que podría llevar a una tarjeta roja.

Control del árbitro:  Una tarjeta amarilla también es una herramienta para que el árbitro ejerza el control del juego. Les indica a todos los jugadores que ciertos comportamientos o acciones no serán tolerados, lo que ayuda a mantener un ambiente de juego justo y seguro.

Comprender lo que significa una tarjeta amarilla en el fútbol es crucial para jugadores, entrenadores y aficionados. Representa la autoridad del árbitro para mantener el juego limpio y garantizar que el juego se desarrolle dentro de las reglas. Como herramienta de advertencia, la tarjeta amarilla juega un papel vital en el sistema disciplinario del deporte, equilibrando la aplicación de la ley con la oportunidad para que los jugadores ajusten su comportamiento y continúen participando en el juego.